Vivimos en un país en el que la prejubilación aún es casi una tradición. Ser mayor de 50 hace peligroso quedarse sin trabajo. Y ser mayor de 30 (la edad oficial en la que se deja de ser “joven”) te deja fuera de la mitad de las iniciativas públicas (o privadas) dedicadas a fomentar emprendedores. … Sigue leyendo